Osteocondrosis cervical y sus síntomas.

Osteocondrosis de la columna cervical.

La osteocondrosis cervical es una lesión degenerativa-distrófica progresiva de los discos intervertebrales ubicados entre las primeras 7 vértebras. Las vértebras 1-7 pertenecen a la columna cervical.

Los cambios patológicos en el contexto de la osteocondrosis conducen a la deformación de las vértebras, lo que en última instancia altera su suministro de sangre, la conducción nerviosa en el cuello y las áreas de inervación de los nervios dañados.

La osteocondrosis de la columna cervical puede ser una enfermedad independiente o combinarse con la osteocondrosis de otras partes: torácica y lumbar.


Síntomas principales

El síntoma principal de la osteocondrosis cervical es el dolor, cuya localización y naturaleza dependen de la ubicación de la lesión. La mayoría de las veces se siente en el área del cuello, en uno o ambos brazos.

Esta enfermedad se caracteriza por dolor unilateral y puede doler cualquier parte del brazo: el hombro, el antebrazo, la mano e incluso los dedos. Muchos pacientes se quejan de dolores de cabeza y mareos.

El síndrome de dolor también puede sentirse en el pecho, la región supraclavicular o extenderse por toda la espalda. Para algunos, el dolor se concentra en la base del cuello o la garganta.

La osteocondrosis de la columna cervical se caracteriza por una variedad de síntomas y a menudo se acompaña de un trastorno de la sensibilidad táctil, debilidad muscular, disminución de la agudeza visual y auditiva, taquicardia y ataques de pánico.

¡Atención!

A veces, la osteocondrosis se complica con el síndrome de la arteria vertebral, que puede requerir una hospitalización urgente del paciente.

Primeros signos

En las primeras etapas, las manifestaciones de osteocondrosis recuerdan más a la fatiga normal después de un día ajetreado y ocurren periódicamente. Por la noche aparecen molestias y dolores en el cuello, pesadez y dolor en la cabeza, principalmente en la región occipital. Posible crujido y crujido al girar la cabeza.

Los signos de osteocondrosis cervical en las mujeres son más pronunciados que en los hombres y, a menudo, van acompañados de un estado psicoemocional inestable. Además, los hombres padecen esta enfermedad con mucha menos frecuencia.

La exacerbación de la condrosis a menudo ocurre durante la menopausia, cuando se producen cambios hormonales en el cuerpo femenino y el sistema inmunológico se debilita. Surgen ciertas dificultades con el diagnóstico debido a signos similares a los de muchas otras enfermedades.

Los machos reaccionan menos a pequeñas cosas como un crujido en el cuello y, a menudo, simplemente no notan síntomas sospechosos. Además, los síntomas de la osteocondrosis cervical en los hombres pueden no aparecer durante mucho tiempo, lo que se explica por las peculiaridades de la anatomía.

Los hombres tienen naturalmente músculos más desarrollados y fuertes, lo que crea un soporte adicional para la columna vertebral. La estructura muscular sirve como una especie de armadura que protege las vértebras y evita su deformación.

Síndrome de la arteria vertebral (EVA)

El cuadro clínico de SPA suele estar representado por varios síntomas, pero solo se puede observar uno de los posibles:

  • dolor de cabeza con localización predominante en la parte posterior de la cabeza y en la base del cráneo - migraña basilar, acompañada de síntomas clásicos: pérdida de coordinación, náuseas que provocan vómitos, tinnitus y, con menos frecuencia, alteración del habla;
  • Mareos que se producen al girar la cabeza. Pueden ir acompañados de vómitos, oscurecimiento de los ojos y alteración de la coordinación de movimientos;
  • fatiga ocular por estrés, parpadeo de manchas y destellos brillantes ante los ojos y, en algunos lugares, pérdida del campo visual. Los pacientes pueden quejarse de dolor, enrojecimiento y sensación de arena en los globos oculares, inflamación de la conjuntiva;
  • tinnitus constante o episódico, cuya naturaleza varía según la posición del cuello. Puede haber sordera leve, congestión del oído y falta de respuesta de una voz tranquila. En algunos casos, se observó paracusia: audibilidad selectiva de los sonidos, en la que una persona escucha mejor en presencia de ruidos extraños que en completo silencio;
  • Los síntomas vegetativos siempre ocurren cuando la osteocondrosis empeora y, con mayor frecuencia, se combinan con otros síntomas. Estos pueden ser sofocos o escalofríos, aumento de la sudoración, pies y manos fríos, sensación de dificultad para respirar, aumentos repentinos de la presión arterial y falta de sueño;
  • AIT (ataques isquémicos transitorios) acompañan al pellizco mecánico de la arteria vertebral y se manifiestan por visión doble, ceguera parcial temporal con pérdida de los campos visuales, mareos con vómitos, trastornos del habla y de la función de deglución;
  • El desmayo puede ser consecuencia de giros bruscos de la cabeza o de una posición incómoda. La pérdida del conocimiento dura períodos de tiempo variables y deja debilidad en las extremidades;
  • Los ataques de caída son caídas repentinas, generalmente sin pérdida del conocimiento, causadas por un flujo repentino de sangre al cerebro cuando la cabeza se echa hacia atrás. La causa inmediata es la parálisis de las piernas, pero la función motora se restablece con bastante rapidez.

Dolores de cabeza y mareos.

La mayoría de los pacientes con condrosis cervical tienen este síntoma, pero puede estar ausente. La causa del mareo está asociada con la compresión de las arterias y vasos sanguíneos principales, lo que altera el transporte de oxígeno al tejido nervioso del bulbo raquídeo y la médula espinal.

Bajo la influencia de un traumatismo mecánico en las estructuras vertebrales y la isquemia crónica de las fibras nerviosas, aumenta la sensibilidad y se produce irritación de las terminaciones nerviosas, lo que finalmente provoca mareos cervicales.

Los mareos pueden ir acompañados de incertidumbre en los movimientos, aumento de la frecuencia cardíaca, aumentos repentinos de la presión arterial y aumento de la sudoración en la cara y los hombros.

El dolor de cabeza es un acompañante frecuente de la condrosis cervical. Es de naturaleza paroxística, la duración del ataque varía desde varias horas hasta varios días. La intensidad del dolor varía, pero aparece con envidiable regularidad.

El dolor de cabeza es causado por la compresión de la arteria vertebral debido a cambios en la posición de las vértebras y los discos. Debido a la compresión del vaso, se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, lo que provoca dolor.

Referencia:

La causa del dolor también puede ser un espasmo muscular, típico de la osteocondrosis.

Ataques de pánico

Los ataques de pánico también se asocian con una reducción de la nutrición del cerebro y provocan los siguientes síntomas:

  • ataques de fiebre o escalofríos, aumento de la temperatura corporal;
  • entumecimiento, hormigueo en las extremidades, calambres musculares, alteración de la capacidad motora;
  • mareos, pérdida de coordinación, oscurecimiento de los ojos;
  • dolor detrás del esternón o en el pecho izquierdo, pulso rápido, aumento de la presión arterial;
  • insomnio, miedo a la muerte o confusión mental, confusión;
  • dificultad para respirar, dificultad para respirar hasta asfixia, nudo en la garganta;
  • malestar y dolor en el abdomen, indigestión, micción frecuente.

Dolor de garganta

La garganta con osteocondrosis duele, por regla general, cuando la cuarta vértebra cervical está dañada o desplazada. La localización suele ser unilateral, ya que las vértebras y los discos se desplazan hacia un lado.

Dolor de garganta con osteocondrosis cervical debido a compresión nerviosa.

Debido al pellizco de las raíces, se producen espasmos y tensión de los músculos faríngeos, acompañados de dolor. La garganta se siente pesada y llena, y se vuelve difícil respirar. Sin embargo, no existen obstáculos mecánicos para respirar y tragar libremente, no hay objetos extraños ni tumores en el esófago y la laringe.

Es típico que los medicamentos para la amigdalitis o el dolor de garganta, el enjuague y la inhalación no surtan efecto.

La fuente del dolor se encuentra en el área entre el cartílago tiroides y la cavidad yugular. La naturaleza del dolor varía de leve a debilitante.

Tratamiento

El tratamiento complejo de la osteocondrosis cervical incluye varios métodos: tomar medicamentos, realizar ejercicios terapéuticos, asistir a sesiones de fisioterapia y masajes. Si lo desea, puede utilizar remedios caseros y hacer varias compresas, preparar infusiones y decocciones.

En caso de exacerbación de la enfermedad, se recomienda guardar reposo en cama. Además, debe recostarse sobre una superficie elástica plana, bastante dura; un sofá hundido o una cama de plumas no funcionarán.

¡Atención!

El dolor intenso requiere atención médica inmediata.

Para reparar la columna cervical, el médico puede prescribir el uso de un collar Shants. Mantiene el cuello en una posición anatómicamente correcta, eliminando el movimiento y por tanto el dolor.

Los medicamentos se seleccionan teniendo en cuenta los síntomas existentes y los resultados del diagnóstico. Si se detectan hernias y protuberancias, el tratamiento puede ser quirúrgico.

Drogas Acción
Vasodilatadores y nootrópicos. Mejora la circulación cerebral, dilata los vasos sanguíneos, relaja los músculos lisos, reduce la frecuencia de las señales nerviosas.
Preparaciones con condroitina y glucosamina. Restauración del tejido cartilaginoso de los discos, ralentizando los procesos degenerativos.
Relajantes musculares Aliviar los espasmos musculares
Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos Alivio del proceso inflamatorio, hinchazón de los tejidos.
Analgésicos Eliminación del dolor
Opioides Para dolores intensos que no se pueden aliviar con medios convencionales.
Complejos vitamínicos que contienen vitaminas B, A, C, calcio. Fortalecimiento del tejido nervioso, muscular y óseo, efecto curativo general.
Antidepresivos y sedantes. Cómo afrontar el estrés causado por el dolor constante

Tratamiento en casa

No se recomienda permanecer en casa por mucho tiempo y observar reposo en cama, y una vez que los síntomas agudos desaparezcan, debe pasar a acciones activas. Debes empezar con ejercicios sencillos y pasar poco a poco a otros más intensos.

  • Ejercicio 1 – autoextensión. De pie, con los brazos hacia abajo a lo largo del cuerpo, incline la cabeza hacia la derecha y al mismo tiempo baje la mano izquierda. Mantente en esta posición y repite el ejercicio del otro lado.
  • Ejercicio 2 – automasaje. Coloca la toalla sobre tus hombros y, sujetando sus bordes, tira de ellos en una dirección u otra.
  • Ejercicio 3: girar la cabeza hacia la izquierda y hacia la derecha, inclinándola hacia la derecha y luego hacia el hombro izquierdo.
  • Ejercicio 4: lo mismo ocurre con la contraataque con la mano: al girar o inclinarse, presione la sien, creando una resistencia adicional.

Consejos para prevenir la osteocondrosis

Consejo #1

La educación física es la principal forma de combatir el envejecimiento del cuerpo y el desarrollo de la distrofia del disco intervertebral. Por lo general, basta con hacer ejercicio diario y visitar la piscina al menos una vez a la semana. Todo esto permite fortalecer el corsé muscular de la columna.

Consejo #2

Incluso una persona sana necesita sesiones de masajes, se recomienda realizarlas anualmente.

Consejo #3

Es muy importante controlar su peso y evitar ganar kilos de más.

Consejo #4

Cuando se trabaja en una posición forzada durante mucho tiempo, es necesario tomar descansos, cambiar la posición del cuerpo y hacer un calentamiento.

Consejo #5

Comer bien significa consumir suficientes vitaminas y microelementos con los alimentos.

Consejo #6

Trate de no levantar ni transportar objetos pesados y, si tiene que hacerlo, use un corsé que le brinde soporte.

Preguntas más frecuentes

¿Cuándo necesitas ver a un médico con urgencia?

Los motivos de consulta inmediata e incluso de llamada de ambulancia son:

  • entumecimiento persistente de brazos o piernas;
  • dolor intenso que no se alivia con analgésicos convencionales;
  • trastorno del movimiento;
  • dolor de cabeza intenso, mareos, pérdida de coordinación y otros signos de accidente cerebrovascular;
  • "atascos" de la espalda en una determinada posición, lo que limita drásticamente los movimientos.

¿Es posible curar la condrosis para siempre?

No, esta es una enfermedad crónica con exacerbaciones periódicas. Incluso después del tratamiento y siguiendo todas las recomendaciones del médico, el cartílago de la zona afectada del disco es sustituido por tejido cicatricial. Es decir, la estructura del segmento ya ha sido dañada y este proceso es irreversible. Sin embargo, con algo de esfuerzo por parte del paciente se puede conseguir una alta calidad de vida.